Informe post evento de la madrugada del sábado 17 y domingo 18 de 2018

 Análisis Sinóptico
 
Por la mañana del sábado 17 de marzo se observó una depresión atmosférica en la región norte del país asociada a una masa de aire húmeda e instable. Estas condiciones sinópticas favorecieron el desarrollo de precipitaciones y tormentas puntuales. Para las primeras horas de la tarde ya se identificaba una mejora en las condiciones atmosféricas en la misma región.
Se continuó monitoreando la situación, pues los modelos atmosféricos mostraban que en la misma noche de sábado habría condiciones favorables para formación de tormentas en el litoral oeste y región sur del país asociado a la actividad pre frontal y las condiciones favorables de instabilidad en la región sur del país. Durante la noche del sábado y primeras horas de la madrugada del domingo, el litoral oeste, la región metropolitana y la costa este registraron precipitaciones intensas, tormentas puntualmente fuertes con gran actividad eléctrica asociada.
 
En las primeras horas de la mañana del domingo 18 de marzo el frente frío ingresó al país por la región suroeste y sur, afectando todo el sur del país y desplazándose rápidamente hacia el centro, noreste y este.
Cabe destacar el gran desarrollo de precipitaciones intensas y tormentas puntualmente fuertes que se fueron observando con el pasaje del sistema frontal por la mañana, principalmente próximo a la costa. Eso puede ser observado mejor en los pluviómetros instalados en estaciones meteorológicas automáticas (Melilla y Rocha – Figura 1), donde se registraron acumulados superiores a 35 mm en intervalos menores a 1 hora. Este tipo de precipitación intensa en tan corto período de tiempo es uno de los principales responsables por situaciones de rápida subida de agua que genera inundaciones en vías públicas y transbordes rápidos de arroyos, comunes principalmente en regiones urbanos.
 
Simultáneamente en las primeras horas de la tarde del domingo 18 de marzo con el desplazamiento del frente frío hacia noreste se profundizó una depresión atmosférica en el mar territorial uruguayo, que generó un incremento en el gradiente bárico, el cual produjo un incremento en vientos persistentes desde la región del litoral oeste hasta la costa este del país.